Balneario de Valdeganga

Situado junto a la N-420, a 28 kilómetros de la capital conquense y en la margen izquierda del río Júcar, se hallan los restos de los Baños de Valdeganga, que fue uno de los manantiales de aguas ferruginosas más famosos de finales del siglo XIX y principios del XX.

En un folleto que se conserva en la Biblioteca Pública del Estado en Cuenca podemos leer la descripción de dichos baños:

Hay un hermoso valle con innumerables árboles de todas clases; un magnífico pinar donde se respira aires tan agradables cargados de sabina, romero, salvia, tomillo, enebro con sus ricas aromas de encinares, jazmines deliciosos.
Su clima es excelente, y su altitud de 800 metros, cuya atmósfera está garantiza de pureza y asepsia por una exuberante vegetación siempre lozana. Pues en ese valle que nada envidia a los mejores, están en forma de burbujas, donde se haya una magnífica piscina de agua natural (baños de placer fríos), cosa campestre y rústica y el manantial de agua termal (baños calientes).
El agua que brota es clara, diáfana, inodora, desprende burbujas gaseosas y tiene una temperatura de 24º.

Se emplean con éxito en las afecciones de artritismo, reumatismo, gota neurosis, neurastenia, e histerismo etc.

Cuenta con dos magníficos hoteles, tiene un gran servicio de bar-restaurante con un buen servicio de cocina, hay un hilo telefónico para comunicar con Cuenca en cualquier hora precisa, hay pararrayos en los edificios, hay un gran salón de baile.

Enlaces donde se pueden visualizar fotografías del estado actual del balneario: http://otrasrutas-malatao.blogspot.com

http://airesdelpasado.blogspot.com

En el año 1967, Carlos Saura eligió esta localización para rodar parte de su película Pepermint Frappé, quedando de este modo inmortalizado este espacio, que entonces se encontraba en avanzado estado de deterioro. Información sobre la película