Antecedentes: la Iglesia Vieja
Villalgordo del Marquesado forma parte de las aldeas pertenecientes a la Tierra de Alarcón, que fue conquistada a los musulmanes por Fernán Martínez de Cevallos en 1184, durante el reinado de Alfonso VIII. Después de la conquista se construye la primitiva iglesia que debió ser pequeña y sin lujos decorativos, como corresponde a las iglesias románicas. Monedero Bermejo enumera las características comunes a la mayoría de estas iglesias:
Se construyen sobre una elevación del terreno y anexas a ellas un cementerio, aunque las inhumaciones acabaron haciéndose dentro de la iglesia, sobre todo cuando se trataba de personajes principales. Suelen ser de una sola nave, construidas de mampostería, con un mortero de cal y arena, con sillares en las esquinas y cubierta de madera; el campanario está sobre una espadaña de un solo cuerpo con dos huecos para campanas. Solían tener dos puertas: una para la entrada de los fieles, y otra para acceder al cementerio, con un arco de estilo románico definiendo estas portadas; la iluminación es muy pobre, con unas pocas saeteras de escaso vano que suelen abrirse en el presbiterio y en el muro de los pies.
Los restos de esta Iglesia se encuentran en la ladera norte del Cerro de la Cruz. Junto a estos restos conocidos como Iglesia Vieja se construyó en el siglo XX la ermita de San Isidro, durante los trabajos se encontraron numerosos restos humanos, lo que prueba que también era cementerio.
El único elemento que se conserva es un trozo de muro, en cuya parte superior se observa un hueco donde se empotrarían las vigas de madera de la techumbre, lo que indicaría que se trata de una de las paredes laterales de la iglesia, confirmándose esto con la continuación de dicha pared hacia la calle actual que ha quedado al descubierto por los rebajes artificiales del terreno y la erosión natural del mismo.
En la fotografía aérea de 1956 se puede observar la elevación sobre la que estaba construida la iglesia; el crecimiento diferencial de la vegetación deja ver la cimentación de una edificación de dos cuerpos, en la actualidad atravesada por el camino, y que podría corresponderse a la nave de la iglesia vieja que tendría unas dimensiones máximas aproximadas de 7 x 20 metros. La puerta principal de entrada estaría orientada el este.
Elementos de la Iglesia Vieja que se conservan en la actual iglesia:
- La pila bautismal y la del agua bendita, ya descritas en El pasado románico de la iglesia de Villalgordo del Marquesado
- La tabla del Calvario: Sol y Luna sobre Jerusalén celeste: La tabla de Jerusalén Celeste de la Iglesia de Villalgordo del Marquesado.
- Imagen de la Virgen de los Remedios: ubicada en el ático del retablo, es posible que proceda de la Iglesia Vieja. No es una virgen románica, puesto que no presenta las características de hieratismo propias de la escultura de los siglos XII y XIII. La de Villalgordo es una escultura de la Virgen con el Niño en actitud sedente, con rasgos góticos en el rostro, como los ojos almendrados; la Virgen y el Niño miran al frente. Presenta rasgos de movimiento en el ropaje y en el gesto de la mano levantada del niño. Se podría concluir que se trata de una Virgen gótica, que se dedicara a la advocación de la Virgen de los Remedios, siendo esta la época en que se inicia dicho culto, ya que los primeros datos historiográficos, que se conservan de la advocación a la Virgen de los Remedios, se sitúan a finales del siglo XV.
El Catálogo Monumental de la Diócesis de Cuenca la describe así: en el copete del retablo imagen de la Virgen de los Remedios con el niño sentado en la rodilla izquierda y con la mano derecha extendida hacia el cuello de la madre. Talla de madera muy repintada, túnica con ceñidor por lo que forma el hábito pliegues verticales acanalados, manto ceñido a la cabeza y rostro, y unido por delante a la altura del arranque del cuello cerrando en ángulo muy agudo. El niño con manto terciado desde el hombro izquierdo dejando descubierto el brazo derecho, que lo tiene hacia arriba en ángulo recto y bendiciendo al estilo griego. En la mano derecha que apoya en la yema de los dedos de la madre, pequeña esfera y pies descalzos, que apoyan en cada una de las rodillas de la Virgen. Sede con brazos abiertos de borde formando ángulo obtuso y con solio hacia fuera, teniendo tarjeta ovalada colgante por fuera.
Reforma de la Iglesia románica en el siglo XVI
Rokiski, al describir la arquitectura religiosa en la provincia de Cuenca, relaciona las poblaciones cuyas primitivas iglesias sufrieron una transformación esencial en el siglo XVI, dado que los templos que levantaron los repobladores en los siglos XII y XIII eran muy pobres y de escaso valor artístico. Cita expresamente a Villalgordo del Marquesado y la Iglesia de Nuestra Señora como ejemplo de iglesia de dos naves, construida de mampostería y con cubierta de madera.
Los visitadores eclesiásticos de la diócesis de Cuenca dejaron constancia, a lo largo de los años, de la situación en que se encontraban las iglesias en los denominados Libros de Visitas. Por esta documentación tenemos noticia en 1569 de la iglesia de Villalgordo del Marquesado: de 40 vecinos (unos 160 habitantes), aldea de D. Juan Pacheco. Las paredes (de la iglesia) parte son de yeso, parte de mampostería; el techo de madera. Está todo muy peligroso. Hay cruz, dos cálices, custodia y relicario de plata. El retablo es de pincel viejo, es de Gómez el Viejo
Respecto a la autoría del retablo atribuida a Gómez el Viejo, el historiador P. M. Ibáñez considera que se ha hecho una errónea transcripción del documento original pues en él solo se dice que el retablo es de pincel viejo…
Así en el año 1579, Villalgordo (de unos 63 vecinos, unos 242 habitantes) está realizando obras en la iglesia vieja: iglesia de dos naves de mampostería, cubierta de madera. Lábrase la capilla mayor de mampostería y la crucería de piedra. Es el cantero Rodrigo de la Pedrosa. (Catálogo Monumental). De estas obras aporta detalles Rokiski, al citar a Rodrigo de la Pedrosa como cantero y maestro de cantería, documentado en Cuenca desde el año 1572 al 1601, y que participa en numerosas obras en la provincia utilizando las trazas hechas por otros artistas. Consta qué en junio de 1580, Rodrigo de la Pedrosa, con mandamiento del provisor del Obispo de Cuenca, está edificando la capilla mayor de la iglesia de Villalgordo, y que en marzo de 1584 otorga poder al mercader Pedro Torres para que cobre 168.757 maravedíes al mayordomo de la iglesia de Villalgordo, por la obra de cantería que realizó en la capilla mayor. Todavía en 1597 no se ha saldado totalmente con Rodrigo de la Pedrosa la deuda contraída, pues nuevamente el 28 de enero de dicho año, tiene que otorgar poder para que se cobren 198.673 maravedíes al mayordomo de la iglesia por la obra de cantería y carpintería realizada, sin que al parecer se realizase el cobro efectivo, pues el 7 de agosto del mismo año tiene que pedir nuevamente el dinero que se le adeudaba.
Siguiendo con la tesis de Ibáñez que niega la autoría del retablo a Gómez el Viejo, podemos considerar que tal retablo, o no existió o desapareció ya que Rokiski cita a Alonso Serrano “el Mozo” (Cuenca 1533-1599), entallador, escultor y carpintero, cuya obra ha desaparecido, como ejecutor en 1597 de un retablo para la Iglesia de Villalgordo. Dicho retablo fue policromado por el pintor Fernando de Mayorga, según consta en su testamento de 7 de noviembre de 1597. Sin embargo, el profesor Ibáñez, considera que se está refiriendo, en cuanto al policromado del retablo, a la iglesia de Villalgordo del Cabriel, que en el siglo XVI formaba también parte del Obispado de Cuenca, aunque no olvidemos que en este caso sería Villargordo.
Respecto al nombre o advocación de la primitiva iglesia, Perelló refiriéndose al testamento otorgado el 1 de febrero de 1449 por Juan Fernández de Luz (1358-1449), quien fuera natural del Castillo de Garcimuñoz y alcaide del mismo, y que en los últimos años de su vida fue vecino de Villalgordo, manifiesta que dejó dicho en sus últimas voluntades: que le enterrasen en la iglesia de Santa María de Villalgordo o en el monasterio de San Agustín del Castillo de Garcimuñoz, donde al final se le dio sepultura. Sin embargo, en la trascripción del testamento que realizan Pretel Marín y Salas Parrilla, no consta la advocación de la Iglesia de Villalgordo, solamente que Juan Fernández de Luz …mando que…sy yo faleciere en Villalgordo que el mi enterramiento sea en el dicho logar de Villalgordo en el poyo mismo donde yo me asiento delante San Bartolomé….
En el año de 1655, las autoridades de la Diócesis de Cuenca realizan nueva visita a la Iglesia de Villalgordo, en esta visita ya no se habla del mal estado de la Iglesia, salvo de una capilla que tienen en la misma los Liébana: que está muy mal reparada de que se sigue mucho daño a la iglesia. Dejó mandamiento para que la reparen y pongan en forma decente dentro de seis meses, y de no hacerlo así, les apercibí la aplicaría a la iglesia.
Un siglo después de la reforma de la antigua iglesia vuelven a plantearse problemas en la construcción. Así consta en los libros de visitas de 1711, donde se refieren al estado de la iglesia: el material es muy antiguo. Tiene dos naves y en la una hay obra para levantarla. La una nave de la iglesia está muy indecente de la madera y muy baja para la correspondencia de la otra; se mandó se haga la obra. Hay dos campanas muy lindas, altares competentes con plata y ornamentos.
Las características constructivas de la iglesia que se está describiendo a principios del siglo XVIII nada tienen que ver con la actual. Antes de acometer una nueva reforma de la Iglesia vieja, se opta por la construcción de una nueva iglesia, planteándose uno de los problemas no resueltos que afectan, no sólo a la ubicación de la iglesia, sino también al núcleo urbano de Villalgordo: si aceptamos que en las descripciones anteriores se está hablando de la «iglesia vieja» donde aún se observan restos de construcción y en cuyo solar, hoy destinado a Ermita de San Isidro, existen enterramientos, ¿por qué se cambió la ubicación de la iglesia? ¿la iglesia actual es totalmente de nueva planta, o acaso era en su día una ermita que coexistía con la iglesia vieja? Son preguntas cuya respuesta es aventurada a falta de investigación documentada.
Ermita de San Cristóbal
Son varios los documentos en los que se habla de la existencia de la Ermita de San Cristóbal. Así en el testamento citado anteriormente, otorgado el 1 de febrero de 1449 por Juan Fernández de Luz, consta, entre las disposiciones realizadas en el mismo, el que se done a diversas iglesias una asignación económica, y entre ellas el testador: «…mando a Sant Xristoual del dicho logar de Villalgordo dos maravedís…»
El Catálogo Monumental de la Diócesis de Cuenca, habla de la existencia en Villalgordo de una ermita dedicada a San Cristóbal. Marcos Huerta (1999) refiriéndose a la visita efectuada en 1655 a Villalgordo por parte de las autoridades de la Diócesis de Cuenca: …dice haber una ermita bajo la advocación de San Cristóbal, que está mal reparada, dejando mandamiento para que los alcaldes la reparen dentro de seis meses con apercibimiento de daños…
Ignoramos cuál pudo ser la ubicación de la ermita, pero bien pudo ser el lugar donde se construyó la iglesia actual, a los pies del Cerro de San Cristóbal según consta en un acta municipal.
Construcción de la actual iglesia en el siglo XVIII
La precaria situación de la iglesia vieja en 1711, según se ha visto por los Libros de Visitas, determinó la construcción de la actual iglesia en la primera mitad del siglo XVIII. Como se ha visto anteriormente, son varios los documentos en los que se da cuenta de la existencia de una ermita en dedicada a San Cristóbal.
En el Archivo Parroquial no existen referencias directas que puedan despejar las dudas en cuanto a la construcción de la nueva iglesia. Sin embargo, el examen de los libros donde constan las inscripciones de defunción nos muestra que la primera inscripción documentada es de 4 de diciembre de 1592, ya que era normal especificar en cada inscripción el lugar de enterramiento dentro de la iglesia. Así, por ejemplo, se dice que: …mandose enterrar en la sepultura que está entre la Capilla de Nuestra Señora del Rosario y la Sacristía…” (1692); “…fue sepultado en la parroquia de esta villa en sepultura suya propia, debajo del arco, contiguo al altar de San Basilio..” (1745). Como se puede deducir de estos datos se está hablando de una iglesia distinta a la actual pues se citan capillas y altares de los que no se tiene noticia.
Será una inscripción de defunción de 23 de enero de 1749 la que aclare las dudas sobre el estado de la iglesia vieja y la construcción de la nueva:
En la villa de Villalgordo del Marquesado a veintitrés días del mes de enero de mil setecientos cuarenta y nueve, Juan de Buendía, vecino de dicha villa, fue hallado difunto en el Calvario, por accidente…fue sepultado en la iglesia parroquial de Villar de la Encina, por estarse fabricando la de esta villa y la vieja arruinada…
En una inscripción de nacimiento del 20 de noviembre de 1765 se habla de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Remedios, cuando en las anteriores inscripciones solo se decía iglesia parroquial, lo que nos indica que en esta fecha ya estaba construida la nueva iglesia.
A partir del mes de mayo de 1769 y según consta en las inscripciones de defunción, se numeran las sepulturas existentes en la iglesia por tramos: …décima del primer tramo…sexta del quinto tramo…sexta del tercer tramo…tercera del cuarto tramo… lo que nos lleva a pensar que estos enterramientos ya se hacen en la nueva iglesia aunque siguen practicándose enterramientos en la iglesia vieja (se supone que en sepulturas familiares ya existentes) al menos hasta 1786 en que aún aparecen descripciones de sepulturas sin numerar, altares y capillas que no existen en la nueva iglesia.
Una curiosidad apenas visible en el exterior de la iglesia es una inscripción en la cara oeste, donde se observa con dificultad «Luis I», es difícil verla con claridad, este rey, de efímero reinado vivió entre 1707 y 1724.
En el año 1865 se realizan obras de reparación en la iglesia, siendo alcalde D. Valentín Pinuaga, teniente alcalde D. Lesmes Hermosilla y regidores, D. Julián Olmedilla, D. Gregorio Mena y D. Cipriano Pinuaga, acordándose “que se nombre una Junta o Comisión para que excite al pueblo a contribuir con donativos o servicios personales, para la reparación del Templo Parroquial”. No se tiene constancia de cuál fue el alcance de tales obras, y por tanto si afectaron a la estructura de la iglesia o fueron simplemente trabajos de conservación y mantenimiento, aunque es muy posible que se construyese lo que hoy es la sacristía que sin duda es un adosado a la planta primitiva de la iglesia.
Al igual que otras de la provincia, la iglesia de Villalgordo gozó del privilegio del derecho de asilo en sagrado. En el Auto Pastoral de 20 de octubre de 1773, firmado por el entonces Obispo de Cuenca D. Sebastián Flores Pabón, declara favorecida a la Iglesia Parroquial de Villargordo del Marquesado con derecho de asilo. Mediante este derecho, cualquier perseguido por la justicia podía acogerse a la protección de la Iglesia si se refugiaba en un lugar sagrado, del cual no podía ser extraído sin la autorización del juez eclesiástico competente.
La arquitectura
El referido Catálogo Monumental de la Diócesis de Cuenca describe la nueva iglesia del siguiente modo:
Construcción de mampostería con sillares en las esquinas; portada adintelada. Torre de dos cuerpos, el superior de ladrillo, un hueco para campanas a cada lado. Planta de cruz latina, de cinco tramos. El crucero está cubierto con cúpula de media naranja, los otros cuatro tramos con bóveda de medio cañón con lunetos.
De una sola nave cubierta por bóveda de lunetos de tres tramos. En el crucero encontramos una bóveda sobre pechinas, lo que nos sugiere que en el proyecto inicial estuviera previsto la construcción de una cúpula. En su lugar el espacio de cubre de una bóveda muy poco curva, casi plana. En el crucero se produce un ligero ensanchamiento, que no llega a producir una cruz latina. El ábside también tiene cobertura de bóveda de lunetos, donde se inserta el retablo.
El acceso se realiza a través de un vestíbulo situado junto al segundo cuerpo, donde se ubica la pila bautismal. A los pies se levanta el coro y la torre de la iglesia. La sacristía se encuentra junto al crucero.
El Retablo
En la cabecera de la nave se encuentra un retablo de madera dorada del siglo XVIII. Ubicado sobre un sotabanco de obra, consta de banco, cuerpo de tres calles y ático. El cuerpo central se divide en una calle central y dos calles laterales separadas por dos columnas salomónicas, otras dos columnas del mismo estilo enmarcan todo el cuerpo central del retablo.
En la calle central, hornacina para el sagrario sobre el cual se encuentra un gran escudo con el símbolo de la advocación mariana insertado en un círculo de flores enmarcado por grandes volutas. En las calles laterales, sobre pedestales, se encuentran las esculturas de San Antonio y Santa María Magdalena.
El retablo se corona con un ático con hornacina cuadrada donde se encuentra la imagen de Ntra. Sra. de los Remedios a cuya advocación está dedicado el templo. En su conjunto, todo el retablo está adornado con una profusa decoración floral, propio del estilo rococó tan habitual en el siglo XVIII.
En el Catálogo Monumental de la Diócesis de Cuenca encontramos la siguiente descripción:
Retablo barroco en la cabecera, bien proporcionado dorado. Algunos fondos de los entrepaños parecen modernos y no tienen decoración. Concha de expositor semicircular destacando su dorado. En la hornacina del copete imagen de la Virgen de los Remedios…. Santo Cristo de la Vera Cruz, talla de madera retocada, Cristo muerto, cabeza caída sobre el hombro derecho. 1,47 x 1,00. San Juan, imagen mutilada de un calvario, le faltan las manos y parte de los pies. 0,86 x 0,18.
La orfebrería DOMARCO
Los orfebres DOMARCO tienen su origen en el Sur de Italia, en el pueblo de Rivello, que forma parte de la comarca del Lagonegrese en la provincia de Potenza, ubicada en la región de Basilicata. La elaboración del cobre fue, durante mucho tiempo, el principal impulso económico de dicha comarca, tradición que pasaba de padres a hijos. Tras la invasión de las tropas napoleónicas se produce una grave crisis económica y social que llevó a la emigración masiva, primero a la Península Ibérica y más tarde a América.
Los caldereros de Rivello tenían un comportamiento gregario y así, formando grupos, los encontraremos en diferentes núcleos de la península. Buena parte de estos podemos encontrarlos en la región castellanomanchega, uno de ellos, Andrés Domarco realizó trabajos para la iglesia de Villalgordo del Marquesado. Este orfebre llega a Tarazona de la Mancha en el año 1818, se supone que el hecho de que Tarazona perteneciese a la Diócesis de Cuenca fuera un hecho importante en la elección del lugar de residencia, ya que iban a suministrar objetos sagrados a las parroquias.
Su marca aparece en varias de sus obras, como se aprecia en la imagen, consta del apellido DOMARCO en mayúsculas con una estrella de ocho puntas superpuesta.
Es posible que la estrella de ocho puntas represente a la ciudad de Cuenca, ya que dicha estrella aparece superpuesta a un cáliz conformando el escudo de la ciudad. Sin embargo, no se ha encontrado la estrella aislada (sin cáliz) en la marca de ningún otro platero que trabajase en esta diócesis. No podemos descartar, por tanto, que esta característica de sus ocho puntas sea significativamente asociable a la Diócesis de Cuenca.
El periodo de actividad de este platero coincide plenamente con el neoclasicismo en las artes: pureza de líneas, simetría y proporción matemática. Gusto por la sencillez y por los elementos clásicos como base de la decoración. Otra de las características de este periodo es la aparición de nuevas técnicas como el troquelado y la estampación, que provoca una uniformidad en el diseño.
Las obras que se encuentran en la Parroquia de Nª Sª de los Remedios de Villalgordo del Marquesado son: un cáliz con marca, una custodia con marca, una cruz procesional con marca y un incensario sin marca.
Custodia: Plata en su color los adornos y el marco circular del viril, resto metal plateado. Buen estado de conservación. Altura 58 cm diámetro del viril con ráfagas 30 cm y sin ellas 10 cm y diámetro del pie 19 cm. La marca está presente en la parte inferior del contorno entre los adornos de nubes y vid, la marca es estrella/DOMARCO. Se encuentran otras dos custodias muy similares en el Museo de Huete.
Cruz procesional: plata en su color y sobredorada. Buen estado de conservación. Brazos de la cruz 42 cm por 38,5 cm, figura de Cristo 13,5 cm por 11 cm. Cruz latina de brazos rectos acabados en un conjunto de hojas de acanto, concha y botón terminal. Toda la superficie es lisa y está delimitada por un contrario que la perfila. En el cuadrón, ráfagas de rayos desiguales que salen de sus ángulos. Figura de Cristo con tres clavos, cabellera larga, mirada hacia arriba, sudario anudado y ligeramente despegado, anatomía poco marcada con piernas suavemente arqueadas. Carece de macolla. Marca estrella/DOMARCO en la parte anteroinferior de la cruz, bien visible. Se encuentra una muy parecida en El Cañavate.
REFERENCIAS
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VV. AA. Catálogo monumental de la Diócesis de Cuenca. Diputación provincial de Cuenca: 1987
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Ibáñez, P.M. (1991) Los Gómez, una dinastía de pintores del Renacimiento. Ediciones de la UCLM
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Ibáñez, P.M, (2007). La Pintura Conquense del Siglo XVI. Cuenca: Diputación Provincial
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Archivo Parroquial Villalgordo del Marquesado
Vila Pastor, B. Orfebres napolitanos en la España del siglo XIX: una familia de plateros en Tarazona de la Mancha. Al-Basit Revista de estudios albacetenses, nº 62 (2017)



















