En este espacio, el rey Alfonso VIII concedió a los templarios una sede por su ayuda en la conquista de la ciudad. Con la desaparición de esta orden, pasó a los conventuales de San Francisco en 1312.
La iglesia y convento de San Francisco se ubicaba en el denominado Campo de San Francisco, espacio que a lo largo de los siglos cumplió diferentes funciones civiles y religiosas.
Por su amplitud, el Campo de San Francisco fue la verdadera plaza mayor de Cuenca, porque la así denominada era notoriamente mezquina. Es por ello que incorporaba el máximo protagonismo como proscenio multitudinario para múltiples funciones
Ibañez (2001) p. 211
Existen testimonios gráficos de la forma de este espacio y de su importancia entre ellos los de Van den Wyngaerde (1565) y Llanes y Massa (1773)

El Convento de San Francisco en Cuenca queda suprimido mediante Decreto de 29 de Julio de 1835. Tras la Desamortización de Mendizabal en 1836 desapareció dicho convento y sólo permaneció la iglesia hasta su demolición en 1961, al igual que mucho patrimonio que se destruyó en esa década con el pretexto de su mal estado y sin tener en cuenta la posibilidad de su rehabilitación y restauración.
Pero la Parroquia de San Esteban Protomartir no siempre estuvo ubicada en este espacio, fue trasladada a la iglesia de San Francisco en 1852, por deterioro de la anterior iglesia de San Esteban que se encontraba frente a la ermita del Cristo del Amparo, en la calle de Santa Lucía.
La tendencia modernizadora de Cuenca se ensañó de manera particular con el Campo de San Francisco. De nada sirvió su importancia como centro histórico con la misma solera que la ciudad alta. El mayor impacto lo recibió a partir de 1885 con la construcción del Palacio de la Diputación Provincial en pleno centro del Campo. El drama patrimonial se consumó a partir de los años 60 del siglo XX con la demolición, primero de la parroquia de San Esteban y luego el Afolí. (Ibañez, 2001)
Con la demolición desapareció un edificio importante en la historia arquitectónica y artística de la ciudad de Cuenca. Entre el patrimonio desaparecido se encontraba la capilla de la Venerable Orden Tercera decorada por José Martín de Aldehuela, que fue descrita así por el historiador del arte Chueca Goitia:
«La decoración corresponde al presbiterio, compuesto de dos tramos, uno abovedado en cañón y otro con cúpula elíptica, que es una réplica en pequeño de la de San Antón, toda ella salpicada de cabecitas de querubines. A los costados, entre columnas corintias unos altares en medio punto ligeramente anichados, con la particularidad de llevar unas placas recortadas colgantes castizamente españolas que no encontramos en otra obra de Aldehuela»
Chueca-Goitia (1944)
Antes de la demolición, en 1958 se convocó un certamen para el diseño de lo que seria la nueva Parroquia de San Esteban. El primer premio lo obtuvo el arquitecto Antonio Camuñas Paredes.
En 1959, el entonces obispo titular de la diócesis de Cuenca, Inocencio Rodríguez Díez, convocó un concurso para la edificación del nuevo edificio.
Pese al gran esfuerzo de los concursantes —muchos de ellos arquitectos que participaban
de la inquietud del momento por la renovación litúrgica, y conscientes del atractivo del proyecto—, el concurso puede considerarse una oportunidad fallida. Fallida, por la adjudicación de premios y por la falta de criterio demostrada en esa adjudicación; fallida, por el descontento de gran parte de los concursantes, y fallida, en definitiva —y sin duda es lo más importante—, por el resultado construido (Delgado Orusco 2007)
El primer premio fue para el proyecto presentado por el arquitecto Antonio Camuñas Paredes, aunque no fue finalmente el diseño construido, sino el del primer accesit, como veremos más adelante.
Pero es el segundo premio obtenido por el proyecto GAVIOTA, presentado por el arquitecto Miguel Fisac, el más interesante y en el que merece la pena detenerse, por su originalidad y modernidad, y por haber perdido la oportunidad de tener en Cuenca un edificio religioso moderno y emblemático.

Lema: GAVIOTA
Los elementos de composición que este Jurado tiene que destacar al proponer este anteproyecto para el segundo premio del Certamen son muy distintos a los del anterior; aunque tampoco se aprecian en este trabajo nada contrario a las normas litúrgicas y la distribución general no presenta grandes deficiencias, es, sin embargo, la idea del templo en sí la que consideramos de mayor interés y la que le hace merecedor del premio propuesto. Este anteproyecto demuestra que el ambiente interior ha sido cuidadosamente estudiado, pero en contraposición consideramos que el aspecto exterior del templo, aún con sus indudables valores estéticos, desentona del ambiente de la ciudad, factor, que como ya se ha señalado, se considera por este Jurado de gran importancia.
El sistema constructivo propuesto, aunque realizable hoy día, creemos que entrañaría serias dificultades.
Acta del Fallo del Jurado. Concurso de anteproyectos de la Iglesia Parroquial de San Esteban Protomartir. Cuenca. (1960)
La particular capacidad de Miguel Fisac para quemar sus naves a pesar de los éxitos cosechados, generó un nuevo giro de su obra en este concurso conquense, a la larga el más definitivo, el más radical. En efecto, la preocupación del arquitecto por las posibilidades expresivas del material iban a embarcar a Fisac en una nueva aventura. Se trata de una exploración que acabaría aislándole de los derroteros más comunes del resto de la profesión en un camino personalísimo, con frecuencia poco comprendido por sus iguales, los arquitectos, y que, paradójicamente, le encumbraría en la escala social como el arquitecto más moderno de su generación: la expresividad del hormigón y los prefabricados con este material. (Delgado Orusco 2007)
Bajo el lema «Gaviota» proponía un espacio conformado en planta por un sector circular de 90º y una cubierta de conchas autoportantes prefabricadas en hormigón, cuya sección evocaba lejanamente el perfil alado de aquella ave.
Fisac se arriesga con un espacio unitario, una planta que se abre en abanico, cuyo aspecto más novedoso recae en la solución de la cubierta, con membranas de hormigón prefabricado de sección transversal en forma de alas de ave en pleno vuelo y con un desarrollo longitudinal curvo que reproduce una catenaria. (Revista Constelaciones)

La construcción final se encargó a los ganadores del Primer Accesit con el proyecto HUECAR, de los arquitectos Zanón y Laorga, el jurado se expresa así:
Proyecto: HUECAR
Distribución aceptable, pero con algunas cruces en las circulaciones. El salón de actos queda emplazado bajo la nave del templo, en abierta contradicción con lo prevenido en el Canon 1164 y disposiciones complementarias de la Sagrada Congregación de Ritos. Es interesante, empero, la solución urbanística y los materiales que se proponen
Acta del Fallo del Jurado. Concurso de anteproyectos de la Iglesia Parroquial de San Esteban Protomartir. Cuenca. (1960)
REFERENCIAS
Ibáñez Martínez, P. M. (2001) La vista de Cuenca desde el Oeste (1565) de Van den Wyingaerde. Diputación de Cuenca.
Chueca Goitia, F. “José Martín de Aldehuela. Datos para el estudio de un arquitecto del siglo XVIII”, Arte Español, vol. XV, 1944, pp. 9-28.
Delgado Orusco, E. Las iglesias de Miguel Fisac, en Arquitecturas de lo sagrado. Memoria y proyecto. Vol, 1(2007)
Como construir una viga gaviota. Miguel Fisac: una idea experimental. Revista Constelaciones (2020)
Parroquia de San Esteban de Cuenca