No hay que ser especialista en arte para disfrutar el Museo de Arte Abstracto ubicado en las emblemáticas Casas Colgadas de Cuenca. En pocos sitios como en este confluyen la belleza del contenido, el continente y el entorno paisajístico.
Durante la visita es inevitable desviar la mirada hacia los ventanales que nos muestran inolvidables imágenes que constituyen una obra de arte en sí misma:
Las obras se integran en el paisaje y en el museo:
Sentir las texturas de Manuel Millares:
El color de José Guerrero y de Luis Feito:
El Mundo Interior de Gustavo Torner:
Los verdes de Gerardo Rueda:
Por supuesto, nuestro querido Zóbel:
Y muchas obras de autores del siglo XX: Tapiés, Saura, Bonifacio Alonso, Serrano, Chirino, Saura.
Y todo ello en un museo pequeño, lleno de encanto, de luz y sensaciones que no deja indiferente a quienes lo visitan.
Cuenca es ciudad de arte y paisaje en el Museo de Arte Abstracto se resumen como en ningún otro sitio. Mirar a Cuenca vale la pena.