Cuenca sería para Goñi mucho mas que un eje temático en su obra, en esta ciudad encontró la inspiración en la plasticidad de sus paisajes. Pasó mucho tiempo en su casa de la calle San Pedro, donde el artista gozaba de una magnifica panorámica en la que se divisaba el hocino de Federico Muelas y el convento de San Pablo (hoy Parador). Precisamente fue Federico Muelas quien se arrogaba el mérito de ser el introductor de Goñi en los secretos de la ciudad:
«Sin que él lo supiera del todo, yo le puse el hombro para que se apoyara en mí, requisito indispensable para poder adentrarse en las entrañas conquenses. Yo, tesorillo de un dédalo que tampoco explicar sé, traje esta pluma tan sabia, tan fina, tan cierta, a este plano, a esta escenografía, en ocasiones a esta sombra, a esta base del hontanar extraño de su dueño.» (F. Muelas)
Vino acompañado de Conchita, su mujer, que era también su lazarillo, sus oídos, su vehículo de relación con lo demás y su cable de sujeción a todo lo que la vida tiene de útil y necesario. Goñi quedó deslumbrado por Cuenca que significaba el hallazgo de ese universo aparte que andaba buscando desde siempre, allí se materializaban realidad e irrealidad los dos componentes de la personalidad psíquica y estética del artista. Enrique Domínguez Millán Homenaje a Goñi (Pág 37-38)
Mujeres
Goñi fluye, en su obra en Cuenca, sorprendiendo la intimidad de cuerpos núbiles, cuando ya se han despejado de los velos, morbidez exultante en la otra orilla de lo erótico o en la tremenda mirada de las doncellucas empañoladas, siempre esperando desde el abrazo infinito de la soledad y el silencio. (L. Calvo. Homenaje a L. Goñi)
Mujer en enagua que se asea, en un cuartucho destartalado montado en lo alto de un tejadillo, con el fondo de las casas colgadas, apretujadas. Una jofaina, una silla baja de asiento de anea, macetas….: es la impresión de lo cotidiano, un aire provinciano que comunica paz, tal vez austeridad, y la necesidad del artista de compartir la vida de los demás, de conocer otra intimidad. (Juan Salvador. Homenaje a Goñi)
La mujer fue la gran protagonista del universo creativo de Lorenzo Goñi…En su obra, constituía la presencia humana por antonomasia… El erotismo, cuando no era asunto temático o argumental, se derivaba de su visión del cuerpo femenino, que está claro que le resultaba profundamente atractivo….Se ha hablado de la carnalidad de las mujeres de Goñi, aludiendo a su generosa complexión, cuando lo verdaderamente importante de esa carnalidad era la cercanía que ésta proclama con respecto de un cuerpo, piel y carne reales… Goñi no sublimaba la anatomía de la mujer … sino que recreaba en un tipo de representación con trazas de inmediatez, de proximidad, de verosimilitud. (Zarza, 2018)
Piernas y mecánica
Goñi quedó deslumbrado por Cuenca que significaba el hallazgo de ese universo aparte que andaba buscando desde siempre, allí se materializaban realidad e irrealidad los dos componentes de la personalidad psíquica y estética del artista. (E. Domínguez Millán)
Cuenca sólo puede ser realmente lo que se sueñe con ella. Por lo demás, estoy convencido de que existe una influencia telúrica que, emanando desde el interior de sus rocas, empapa, para bien o mal (L. Goñi)
En Mecánica 2 no se sabe cual es el invento que propone, la clave está en la pierna que pone en movimiento la máquina, y como no, la presencia de las rocas de Cuenca.
En el paisaje encontró la inspiración a la vez que halló una profunda sintonía morfológica con su discurso plástico. Tanto el paisaje como las caóticas construcciones encajaban con los desarrollos formales y compositivos que le eran característicos, por lo que se convertirían en un estimulante paradigma para la creación.
Su singularidad estructural y geográfica, su carácter, su ambiente, sus edificios, callejas y múltiples rincones, incluso su historia y sus leyendas le ofrecieron al artista un panorama incomparable a través del cual pudo dar carta de naturaleza a las escenografías de su imaginación con un grado de verosimilitud muy efectivo para sus propósitos. (E. Domínguez Millán)
Para definir a Goñi bastaría con decir que es con exactitud un artista inteligente que ha llevado la inteligencia hasta el límite, hasta convertirla en lo que es en sí, en un ácido corrosivo. Inteligente es una palabra que en su etimología (intus legere) significa leer por dentro. Así pues, no es extraño que Goñi dibuje con obsesión tripas convertidas en reloj. Contra lo que parece, no lo hace por talante surrealista. Goñi no es nada visceral. Lo hace por lógica de la observación, que en este hombre es un bisturí. Goñi es frío, acerado y crítico. De ahí que sus dibujos y pinturas más que expresivos resulten peligrosos, porque tienen todas las virtudes del cerebro. (M. Vincent, 1970)
Magia y gatos
Y los gatos de Goñi, entre lo mágico y el sexo, metafóricos, silenciosos, trasuntados desde brazos de brujas desnudas, compañeros de sus aquelarres, amamantados por el tercer pezón, al regazo de jóvenes doncellas solitarias….Nadie, como Lorenzo Goñi, pintó la intimidad de Cuenca que envolvió en visiones nacidas en éxtasis oníricos desde esa sordera que ponía una ráfaga de frío en su semblante. (L. Calvo en Homenaje a Lorenzo Goñi)
Los suyos (gatos) casi nunca fueron animales domésticos, sino pobladores o merodeadores, del ámbito de la intimidad desde el exterior, desde ese territorio liminar que son los tejados.
Partiendo de formas concretas en su apariencia, me dirijo a establecer relaciones más allá del rigor visualmente realista, fundiendo ideas y sensaciones hasta llegar a un clima donde se aúnen la atmósfera misteriosa con los conceptos intelectuales (L. Goñi, 1975. Folleto exposición Galería Rojo y Negro)º
Lorenzo, que se marcha a Cuenca para llenar con un nuevo horizonte sus horas de ocio, extrae de Cuenca una serie de incitaciones que parecen marginales, pero que son definitivas en el conjunto de su creación: las buhardillas iluminadas por la luz de un candil, la cordillera de tejados de toda vieja ciudad, las escaleras inverosímiles que conducen a extrañas arquitecturas…, y el gato; ese gato solitario y civil que, en esas ciudades, lanza siempre su pregón amoroso —humano, demasiado humano— por todas las esquinas del enero. (Federico Muelas, 1975)
Paisaje
Cuando se contemplan sus numerosas buhardillas y tejados, esos rincones humildes, invariablemente viejos (e indudablemente conquenses, aunque Goñi acabaría haciendo pasar por Cuenca cualquier paisaje), plenos de detalles que proclaman el desgaste producido por el uso y por el paso del tiempo, se advierte que no se justifican solo por su pintoresquismo, sino que en ellos late una expresión de lo humano que busca conectarse antes con un sentimiento que con una simple representación estética…. Esos cuartos y buhardillas, más que contener, enraízan a los seres que los habitan. (Zarza, 2018)
Casas en árbol
Con sus ingeniosas combinaciones simbólicas, y con su delicada sutileza, los dibujos de Goñi siempre dicen algo más de lo que parece… La línea, de elegante sencillez y finura, es la base y el vehículo de un particular expresionismo surrealista, moderado y cordial, algo así como un surrealismo “romántico”, en el que el conjunto de la composición es surrealista y los detalles son “pintorescos” Jesús Cobo (P 33-34) Homenaje a Cuenca
ILUSTRACIONES Y VIÑETAS


Ilustraciones para el libro de poesía «Calendario de Cuenca» de Acacia Uceta




REFERENCIAS
Zarza, V. Lorenzo Goñi. La línea inagotable. (2018) Madrid: Museo ABC
Torres, R. (Coord.) 1995. Homenaje a Lorenzo Goñi. Revista Cuenca nº 43. Cuenca: Diputación Provincial
Muelas, Federico (1975) Goñi. Artistas españoles contemporáneos. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia









































