Belmonte y el «Tío Camuñas»

La muerte de un guerrillero

Imagen del Tío Camuñas en la calle que lleva su nombre en Belmonte

El Tío Camuñas sugiere en la imaginación infantil el mismo terror que el Hombre del Saco, el Coco, el Sacamantecas o el Sacasebos. Todos tienen en común su fama de seres monstruosos que odian a muerte a los niños. Pero aunque todas estas expresiones ya estén en desuso, es importante mantener la memoria popular.

Dice así su partida de defunción: En la Villa de Belmonte a trece de noviembre de mil ochocientos y once, sin recibir sacramento alguno, de orden de los Franceses fue fusilado el Español Don Francisco Sánchez, marido de Doña Josefa Romero, natural de la Villa de Camuñas, teniente coronel del Escuadrón o Partida llamada de Francisquete y al siguiente día por mandado del General Francés se enterró en esta Colegial con asistencia de su Ilustre cabildo que le dijo Vigilia y misa con toda solemnidad: llevo caja i incienso: no pudo testar: y lo firmo como Vicario Ecnomo de esta referida Yglesia colegial= Don Alexandro Angel de la Puente

Partida de defunción de Francisquete

En efecto, el 12 de noviembre de 1811, cuando se encontraba en la villa junto con su partida, fue sorprendido y rodeado por unos destacamentos franceses, bajo las órdenes del general D`Armagnac , jefe de la columna llegada de Tarancón. Hicieron frente a las tropas francesas, siendo herido y hecho prisionero, junto con los escasos hombres que le quedaban

Francisquete fue fusilado el 13 de noviembre de 1811 en las murallas de Belmonte, enterrándose al día siguiente, por mandato del general francés, en la Iglesia Colegial de Belmonte, con asistencia del Ilustre Cabildo y con toda solemnidad. 

Pero vayamos al principio: Francisco Sánchez nació en 1762 en el pueblo toledano de Camuñas. Se casó con Águeda María Martín, con quien tuvo seis hijos. Durante la invasión napoleónica su hermano Juan Pedro, por quien Francisquete sentía devoción, se vio envuelto en la violenta muerte de un concejal afrancesado. Esto ocurrió el 23 de abril de 1809. Un mes después, Juan Pedro fue capturado por los franceses y colgado en una de las aspas del Molino Viejo que aún se conserva en Camuñas bajo del nombre de Molino de La Unión.

Junto a otros hombres comenzó una lucha a muerte contra los franceses, actuando con tal destreza y crueldad que los franceses acuñaron la expresión «¡Que viene el Tío Camuñas!»

Son muchas las hazañas que se le atribuyen: durante más de tres años, el Tío Camuñas actuó en localidades como Saelices, Uclés, Tarancón, Quintar de la Orden y otras, buscando toda oportunidad posible para atacar a las tropas enemigas. Escoltó fugitivos de las tropas francesas; hizo prisioneros; liberó reses de lidia custodiadas por los franceses, desafió guarniciones y destruyó caravanas completas de decenas de carros. También se apoderó de valijas y correo del enemigo.

Pero nuestro propósito no es ensalzar la figura de Francisquete, sino la de remarcar la importancia de la localidad de Belmonte en el relato de su vida que ya ha sido contada por muchos autores.

Sepultura de Francisquete en la Colegiata de Belmonte
Colegiata de Belmonte
Busto de Francisco Sánchez en Camuñas (Foto: http://www.eldebate.com)

REFERENCIAS

http://www.josemariamorenogarcia.es/francisquete/

https://angelcarrascosotos.blogspot.com/2014/04/la-batalla-de-belmonte-y-francisquete.html

https://www.elnortedecastilla.es/20090810/contraportada/viene-camunas-20090810.html

https://www.libertaddigital.com/c.php?op=imprimir&id=1276558683

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